El Gobierno brasileño ha autorizado que una reserva estatal de 4,7 millones de hectáreas (47.000 km2) situada en el noreste de la cuenca amazónica pueda ser empleada para la explotación minera, según publicó el miércoles el Diario Oficial de la Unión. La Reserva Nacional del Cobre y Asociados (Renca), cuya superficie es equivalente al de Aragón o Dinamarca, se encuentra a caballo de los estados de Amapá y Pará, fronterizos con Surinam y la Guayana francesa.  

Fuente: Reuters

La reserva fue creada en 1984, en tiempos de la dictadura militar brasileña, que pretendía explorar la presencia de cobre en la región para una posterior explotación minera exclusivamente estatal, algo que finalmente no se produjo.

La Renca está considerada de alto potencial para la explotación de oro, además de hierro, manganeso y tántalo.

Varias organizaciones ambientales, entre ellas WWF Brasil, han expresado su oposición a la medida debido a los altos valores naturales de la zona y la presencia de diversas tribus indígenas. En su interior se encuentran algunos territorios de gran valor ecológico como el parque nacional Montanhas do Tumucumaque o la reserva de desarrollo sostenible de Iratapuru, según recuerda WWF.

El decreto firmado por el presidente Michel Temer subraya que la extinción de la reserva respetará las normas de preservación ambiental, incluidos los territorios protegidos.

En este sentido, el Departamento Nacional de Producción Mineral en Amapá dijo en declaraciones a Globo News que ninguna de las áreas preservadas estará incluida en el paquete de concesiones mineras.