San Salvador, El Salvador – 16/07/08. Hace una semana todavía creíamos que la campaña publicitaria de la “minería verde”, las presiones al gobierno y los insultos a líderes religiosos, cooperantes internacionales y activistas del medio ambiente, se debían al desatino y a las “malcriadezas” de los representantes locales de Pacific Rim. Pero la actuación de Thomas Shrake, presidente de la minera canadiense, demuestra que es una estrategia impulsada desde la dirección de la empresa.
Por Equipo de comunicaciones de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.

Thomas Shrake, presidente de Pacific Rim Corp. El señor Shrake apareció recientemente en algunos medios de comunicación masivos no para disculparse por todos los atropellos cometidos contra la institucionalidad del país, la jerarquía católica, Oxfam América y contra los pobladores de la zona norte que resisten a la minería, sino para arremeter contra los opositores a sus proyectos y amenazar al gobierno con demandarlo si no otorga los permisos de explotación solicitados desde octubre de 2005.

Las declaraciones más tristemente célebres del presidente de Pacific Rim fueron publicadas por el Diario El Mundo, el miércoles 9 de julio. En esa entrevista, Shrake admite la autoría de la ofensiva propagandística que saturó los medios en los últimos seis meses y sostiene algo que causa risa o indignación, según sea nuestra actitud ante afirmaciones tan absurdas: que dicha campaña es para tratar de “educar” al país sobre la inversión minera.

“La gente percibe que ésta es una forma de escondernos…, pero lo que tratamos de comunicar es que Pacific Rim es una compañía modelo…”, expresa Shrake, sin explicar por qué Pacific Rim no suscribe la publicidad anónima de la “minería verde”, por qué evade el debate con los opositores a sus proyectos y, menos, por qué su empresa es “modelo”. En vez de eso, el presidente de Pacific Rim insiste en atacar a las “Ong’s internacionales” y al gobierno.

¿Cómo se podría demostrar que Pacific Rim es “una compañía modelo”, después de que secó fuentes de agua, generó conflictos sociales y corrompió a algunos funcionarios públicos? ¿Sería “modelo” una empresa que presiona al gobierno, miente a la población e insulta a quienes advierten sobre los daños de la minería? ¿Sería “modelo” una compañía que no logra cumplir con los requerimientos ambientales y los demás requisitos técnicos establecidos?

Thomas Shrake culpa al gobierno por el “retiro de la inversión”. El presidente de Pacific Rim debería entender que la minería metálica es una inversión que El Salvador no desea porque, dadas las características territoriales, poblacionales, hídricas e institucionales, generaría más costos que beneficios, impediría los objetivos del Proyecto de Desarrollo de la Zona Norte y sería una amenaza para preservar las posibilidades de vida en el país.

La actitud de Shrake confirma que Pacific Rim no respeta las leyes y la soberanía de los países. Es más, muestra que la empresa canadiense viola hasta su mismo código de conducta, que destaca la honestidad y la ética como principios rectores del actuar de sus directivos y empleados. “El éxito de Pacific Rim se debe a la integridad de quienes realizan sus operaciones”, sostiene el propio Shrake, en el prólogo del “Code of Conduct” de la compañía minera.

¿Es honesto engañar con la falsa idea de “minería verde”, dividir comunidades para imponer proyectos mineros, amenazar a gobiernos que niegan permisos de explotación y descalificar sin argumentos a los opositores? ¿Es ético comprar voluntades, cuando el “Code of Conduct” prohibe “hacer pagos o regalos para influir en la aprobación de alguna ley o para conseguir alguna licencia”? ¿Los diputados del PCN, le recuerdan algo, señor Shrake?

El único reclamo válido del señor Shrake es que la indecisión gubernamental ha provocado la incertidumbre suya y de los dueños de Pacific Rim, quienes han visto caer sus acciones en más del 30 por ciento, debido a la falta de permisos. Es, por tanto, lo único digno de responder: el gobierno debe rechazar en forma definitiva la minería, para terminar la angustia de Pacific Rim y el grave peligro nacional que representan sus operaciones.

* Equipo de comunicaciones de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.