Un muestreo llevado a cabo en distintas áreas de la provincia arrojó resultados psotivos. A partir de ellos, el gobierno chaqueño autorizó a una empresa especializada a profundizar los estudios.

Fuente: El Inversor Energético y minero
Culminada una primera etapa de exploración minera, que incluyó el envío al exterior de 52 muestras para ser estudiadas a nivel químico, la provincia gobernada por Juan Carlos Bacileff Ivanoff halló indicios de la presencia de oro, plata y los denominados “minerales raros” en distintos puntos de su territorio. Entre estos últimos, por caso, se detectaron manifestaciones de cerio y tantalio, dos insumos altamente valorados por sus aplicaciones en la industria tecnológica moderna. A grandes rasgos, los mejores resultados fueron obtenidos en cuatro zonas del norte chaqueño: El Sauzalito, Misión Nueva Pompeya, Puerto Lavalle y Taco Pozo.

A fin de avanzar hacia la determinación de la factibilidad comercial de estos recursos, el Gobierno provincial acaba de darle el visto bueno a la firma New Phoenix –que se especializa en prestar servicios no tradicionales de análisis mineralógicos– para que profundice sus investigaciones. “Hemos detectado algunos valores anómalos interesantes. Esperamos tener suerte en esta búsqueda de recursos mineros, cuya eventual exploración tendría un impacto ambiental de moderado a bajo”, aseguró Francisco Nullo, gerente de la empresa.

Según sus palabras, al carecer de rocas de montaña, Chaco debería fundar sus esperanzas mineras en la existencia de yacimientos sedimentarios. “La provincia recibe los divagues de los ríos Bermejo y de otros cursos de agua que provienen de Bolivia y de la Quebrada de Humahuaca, los cuales pueden transportar sedimentos y –en ellos– minerales metálicos como el oro y la plata. Cuando éstos se concentran, pueden conformar un yacimiento. Eso es justamente lo que estamos buscando”, explicó.

Quien viene siguiendo de cerca el incipiente desarrollo de las exploraciones en suelo chaqueño es el secretario de Minería, Jorge Mayoral. “Sé que la provincia evaluará con mayor precisión los sitios más propicios y las mejores secuencias de trabajo a realizar. No se trata solamente de relevar la información existente, sino también de producir nueva información que permita cuantificar el potencial del Chaco en este rubro”, destacó.

Raro, más no imposible

Al igual que Chaco, Santiago del Estero quiere dar sus primeros pasos en una actividad que históricamente le ha sido ajena, de la mano de los “minerales raros”. En esa provincia, Gaia Energy Argentina, filial de la uranífera canadiense U308 Corporation, se encuentra buscando dicha clase de recursos en la zona de Jacimampá, en las inmediaciones de Sumampa, al sudoeste santiagueño.

“Estamos trabajando en una cadena montañosa de la era Paleozoica, donde se han manifestado indicios de la posible presencia de ‘tierras raras’. Ya hicimos una geofísica aérea mediante la cual hallamos anomalías magnéticas en el área, y también contamos con informes y datos al respecto, que fueron obtenidos en décadas pasadas por firmas privadas y entidades públicas”, sintetizó Carlos Cuburu, gerente de Relaciones con la Comunidad de Gaia.

Sin considerar la serie de los actínidos, los “minerales de tierras raras” son 17: el escandio, el itrio y los 15 elementos del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio).

Usados en la mayoría de los dispositivos electrónicos de última generación (incluidos los televisores de pantalla plana, los teléfonos inteligentes y los automóviles híbridos), poseen valiosas propiedades magnéticas y conductivas. Actualmente, la mayor parte de las reservas de “minerales raros” conocidas a nivel global se encuentra en China.