En Esquel, Chubut, se cumplen este 23 de marzo nueve años del momento histórico en el que un 81 por ciento de los vecinos rechazaron un emprendimiento megaminero y declararon a la ciudad “municipio no tóxico” y de “ambiente sustentable”. El cumpleaños los encuentra en medio de jornadas plagadas de maniobras y avances de las mineras que Marta Sahores, una de las integrantes de la asamblea NO a la mina, define como “subrepticias y secretas”, aunque los propios vecinos se han encargado de dejarlas al desnudo.

Fuente: La Vaca

21/03/2012. En la misma provincia donde la prohibición de minería a cielo abierto es ley, hay 135 proyectos mineros que operan gracias a una serie de prestidigitaciones legales (que ahora plantean que los recursos no son provinciales sino nacionales, por ejemplo) avaladas por los gobiernos pero no por la gente, como lo demostró aquel plebiscito y lo ratifican las encuestas actuales.

Canadienses antimineros

En la ciudad de 40.000 habitantes, este 23 de marzo se celebrará el noveno aniversario del histórico plebiscito del 2003 junto a los chicos de las escuelas primarias, los vecinos de pueblos aledaños, artistas de la provincia, periodistas que harán transmisiones en vivo, y hasta una manifestación paralela del otro lado del continente: canadienses solidarios con la causa prometieron manifestarse en su propio país frente a las oficinas de Yamana Gold, la empresa que amenaza Esquel y otras ciudades sureñas.

Marta Sahores: “Queremos que la del 23 sea una jornada festiva, de alegría, del sí a la vida”. El festejo se iniciará con una barrileteada colectiva entre todos los estudiantes primarios de la ciudad, a las 15.30. A las 17.30 seguirán los juegos en la plaza central. A partir de las 18 se convoca a todo el pueblo: habrá música, teatro, hip-hop, poesía y otras actividades artísticas. “De ahí vamos a salir en manifestación por el pueblo y a la vuelta cerramos con más festejos”, adelanta Sahores. Se esperan cerca de 3 mil personas.

La frutilla del postre: hace tiempo que la asamblea del No a la mina viene recibiendo apoyo de pares canadienses también indignados por lo que empresas con sede allí hacen en otros países. “Nos apoyan desde hace mucho, incluso ha sacado declaraciones en el Congreso para prohibir que lo que no se haga en Canadá no se permita tampoco en el resto del mundo”, cuenta Sahores sobre el intercambio que permitirá un link de acciones entre Esquel y Toronto.

Cuando a Esquel le cambiaron el nombre

“Desde hace un año y medio que están instalados en Esquel pero jugando a las escondidas”, cuenta Sahores a lavaca. Se trata de una serie de denuncias e informaciones que han corrido estos días sobre la instalación de oficinas de Yamana en la ciudad. “No hay certificaciones oficiales pero apareció el dato de una oficina de la madre del guardaespaldas de un gerente de la minera, donde parece que están operando”. Para más datos el sitio de noticias Puerta E difundió la dirección de la oficina, en la calle Libertad 647 de Esquel.

Más allá de los guardaespaldas y sus señoras madres, hay más ejemplos de las atravesadas acciones de estas empresas: en la propia página web de la minera anunciaban un megaemprendimiento de similares condiciones al de Esquel pero en la ciudad de “Shuray”. Cuenta Sahores: “Empezamos a averiguar y resulta que era un seudónimo que pusieron a la ciudad de Esquel para ocultar el proyecto. Lo denunciamos y hasta tuvieron que ir a pedir disculpas al Concejo Deliberante”.

La provincia: 135 proyectos

El mismo 2003, después del fallido intento de instalación del proyecto minero para la explotación de la mina El Desquite, entonces impulsada por Meridian Gold, fue sancionada la ley 5001 que prohíbe la explotación minera metalífera y la utilización de cianuro en la provincia de Chubut. Desde la Legislatura de Chubut amenazan revisar la ley constantemente, así como los gobiernos locales alientan a la “minería responsable”. Pero más alá de la legislación provincial, la actividad en todo el país está regida por el Código de Minería, una norma legal de fondo que establece los sistemas de dominio de las sustancias minerales y regula los procedimientos de la industria, o al menos eso declara.

Como principio general, el dominio originario de las minas pertenece al Estado, siendo la explotación de “utilidad pública” que prevalece sobre los derechos de propiedad común. Así, es el Estado quien otorga las concesiones de explotación, al cumplimiento de las “órdenes vigentes”, siendo las minas –de acuerdo al régimen legal nacional- una propiedad distinta de la del terreno en la que se encuentran.

El Código Minero así descripto se mantiene vigente desde 1886, con algunos cambios. Es bajo estos pretextos legales que se pasan por alto una propia ley provincial que prohíbe la minería metalífera a cielo abierto y la utilización de cianuro en sus procesos. Según la web oficial del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el listado actualizado de proyectos mineros en estado de prospección y exploración cuenta en Chubut con 135 emprendimientos desarrollados por 36 firmas, 105 de ellos en “etapa de prospección” (que significa reconocer qué minerales hay) y los restantes 30 explorando (determinando los lugares específicos de las futuras explotaciones).

La geografía chubutense indica que, mientras los primeros mapas mineros concentraban la actividad en el sector cordillerano, en la actualidad el interés minero se fue desplazando hacia el centro de la provincia. Y que en muchos casos los proyectos abarcan más de un departamento o sector: el departamento de Escalante, por ejemplo, agrupa 6 iniciativas mineras, el de Cushamen otras 5, 4 en Viedma y 3 en Futaleufú.

¿Plebiscito?

Los modos operativos de las mineras se repiten de manera similar en toda la provincia: disfrazados, a través de mentiras o medias-verdades. “Se están preparando porque quieren derogar la ley 5001”, interpreta Sahores. Otra de las lecturas de la asamblea esquelina es que el gobierno lanzará un plebiscito a nivel provincial. Para eso están trabajando: “Creo que si lo largan en toda la provincia (al plebiscito) nos va a resultar mucho más difícil llegar a la gente con información, a pesar de lo que venimos haciendo hace un año. Estamos yendo a la meseta, hace una semana nos juntamos con gente de Trelew”, cuenta. La idea de un plebiscito en el que participe gente no directamente afectada, o que vive lejos del lugar, con el aparato estatal y clientelístico usual en estos casos, parece sumarse a las vergonzosas estrategias que vienen esgrimiendo gobiernos y mineras.

Mientras tanto, Esquel se prepara, coordinando acciones con la UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas), de la que No a la Mina forma parte. Este 22 de marzo presentarán el libro 15 mitos y realidades de la minería transnacional en la Argentina con dos de sus autores, Enrique Viale y Maristella Svampa. El 23 será la hora de los vecinos, en la calle, para celebrar, difundir y defender la palabra de la comunidad.