La ciudad patagónica en rechazo al saqueo minero. Esquel es una hermosa ciudad ubicada en la margen occidental de la provincia de Chubut, sobre la Cordillera de los Andes. Luego de importantes movilizaciones populares impulsadas por la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel durante el año anterior, en marzo de 2003 se celebró una consulta popular donde el 81% de la población rechazó el proyecto minero encabezado por la compañía Meridian Gold.

 

Fuente: Alba TV

Desde la base, en defensa del territorio

De acuerdo a lo que los propios vecinos cuentan en su sitio web www.noalamina.org, a este acontecimiento se llegó a partir de un trabajo de debate por la base, realizado a escala artesanal. “Los esquelenses percibían que la escasa información sobre el emprendimiento que brindaban tanto los gobiernos provincial y municipal como la minera, minimizaba algunos aspectos perjudiciales y resaltaba otros supuestamente favorables en forma exagerada”. Por eso comenzarona investigar -“para informarse con autonomía”-, mientras se organizaban talleres de discusión, volanteadas y campañas de información, muchas de ellas protagonizadas por docentes de la sede local de la Universidad Nacional de la Patagonia, que desarrollaron una tarea de extensión universitaria ofreciendo charlas en escuelas y juntas vecinales.

Como uno de los efectos del resultado aplastante en la consulta popular, en abril de 2003 se sancionó la ley provincial 5001 prohibiendo la actividad minera metalífera en la modalidad a cielo abierto y la utilización de cianuro. Además, el movimiento de lucha contra las mineras tomó un fuerte impulso a nivel nacional, multiplicándose por todas las provincias cordilleranas. Esta fue la base, a su vez, para la generación de espacios de unidad contra el saqueo de bienes comunes, como la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), que no sólo aborda la cuestión de la minería, sino también las problemáticas del monocultivo de soja y la contaminación del agua y el aire a partir de otros emprendimientos.

Luego de comprobar que no contaba con la licencia social, Meridian Gold se retiró cuándo del proyecto, vendiéndoselo en 2007 a otra trasnacional, Yamana Gold. Sin embargo, las compañías se encuentran vinculadas, según explica Nilda. “Hace muy poco tiempo, hemos tomado conocimiento que estas empresas están tan ‘hermanadas’ que hasta comparten funcionarios”.

En vísperas del aniversario de ese hito histórico que fue el plebiscito, la Asamblea continúa trabajando y prepara las actividades de festejo. Para conmemorar estos 10 años se está organizando un ciclo de charlas con investigadores que trabajan la problemática y un festival artístico que incluirá participación de músicos y artistas plásticos. También se proyectarán documentales durante los días previos. Y el 23 de marzo, a una década de la consulta, se realizará una movilización, seguramente masiva, desde la plaza San Martín, en el centro de la ciudad.

“Hasta 2010/11, el sector minero estuvo de perfil bajo en nuestra ciudad, pero no inactivo”, explica Nilda a ALBA TV. Poco a poco el gobierno y las empresas comenzaron a intentar reinstalar el tema a través de algunos medios de comunicación, intentando desprestigiar la lucha de los vecinos. “No fue casual la presencia de consultoras y la organización en abril de 2011 de unas Jornadas Productivas en las que se incluyó la minería como tema de debate”, dice la asambleísta. “El evento fue frustrado por la acción de los vecinos -que se movilizaron masivamente al hotel en el que se iba a realizar-, pero al poco tiempo supimos que Yamana Gold pretendía volver a la carga con la explotación del Cordón Esquel, al que le había cambiado el nombre por ‘Suyai’. En 2012, además, descubrimos que quien oficiaba como ‘periodista’ que impulsaba el debate en una radio local era ni más ni menos que Gerente de Yamana Gold”.

La empresa, a su vez, solicitó al municipio la habilitación comercial para instalar oficinas administrativas en Esquel y el permiso le fue otorgado en enero de 2012. “Todas estas cuestiones no hicieron más que poner nuevamente al pueblo en la calle”, tras lo cual el Concejo Deliberante reafirmó el resultado de la Consulta Popular y sancionó en noviembre de 2012, por unanimidad, una ordenanza que no permite la renovación de la habilitación de las oficinas de Yamana.

Sin embargo, el gobierno provincial encabezado por Martín Buzzi (PJ-Frente para la Victoria) comenzó a trabajar en la elaboración de un Marco Regulatorio para la actividad, lo que fue interpretado por la comunidad como un avance hacia la derogación de la ley 5001 en términos prácticos. “El gobierno no lo logró por la oposición de las comunidades de la costa chubutense, que hasta fueron reprimidas y violentadas por patotas”, explica la vecina. Se refiere a lo sucedido el 27 de noviembre pasado, cuando militantes de las organizaciones socio-ambientales que conforman la Unión de Asambleas Patagónicas (UAP) se movilizaron a la Legislatura provincial y fueron violentamente reprimidos con palos y cadenas por obreros de la UOCRA (sindicato de la construcción). “El Marco Regulatorio que se aprobó sin embargo, abre la puerta a otra actividad tan peligrosa como la megaminería: la fractura hidráulica para obtener gas y petróleo”, señala Nilda.

La lucha hoy se ha contagiado a todo el territorio provincial. Además de Esquel, las comunidades se organizan en foros y asambleas en la Comarca Andina (agrupa a la localidad de El Bolsón y otras poblaciones sobre la Cordillera de los Andes), en las ciudades de la zona costera sobre el Oceáno Atlántico (Rawson, Trelew, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia) y también en la meseta patagónica, donde pueblos originarios participan de la Unión de Asambleas a pesar de las grandes distancias.

“El NO A LA MINA es un movimiento difícil de comprender, confluimos en él personas de lo más diversas. A todos nos une la convicción, el sentimiento y la obligada necesidad de defender el territorio. Sabemos que su entrega significaría pobreza, despojo y sometimiento para nuestros hijos y nietos, lo hacemos con todo el compromiso del que somos capaces y también con mucha alegría”, sintetiza Nilda. “Es ya una marca identitaria que nos hace reconocibles. Aceptamos ese reconocimiento porque esta lucha nos trasciende y genera lazos, está ligada a muchas otras luchas en nuestra Latinoamérica codiciada por las multinacionales. No es casual que a lo largo y ancho de Argentina hayan surgido formas de organización en defensa del agua y la tierra, en Esquel el enemigo se llama Yamana Gold pero hacia el norte es Barrick y en muchos lugares Monsanto. ¿Cómo se hace frente a ese poder saqueador? Con información y en la calle. En ese andamos y seguiremos andando. Vemos que estas manifestaciones de la contaminación y el saqueo que vivimos en América del Sur surgen también hoy en la Europa aprisionada. Así lo cuentan nuestros hermanos de Corcoesto en España, por ejemplo. Necesitamos que el conocimiento, la palabra y la lucha se multipliquen, seguir contagiándonos de liberación y también de responsabilidad”.