La Legislatura de la provincia analiza implementar un impuesto al derecho real de propiedad inmobiliaria minera, del orden del 1% sobre las reservas declaradas

Fuente: El Cronista. Las empresas son más cautas a la hora de avanzar en la exploración en un contexto global incierto

Las empresas mineras que operan en Santa Cruz siguen de cerca por estos días un debate en la Legislatura provincial tendiente a aumentar la carga impositiva de las explotaciones del sector.

Los proyectos en discusión proponen implementar un “impuesto al derecho real de propiedad inmobiliaria minera” que consista en un 1% del valor de las reservas declaradas de la propiedad minera, una vez que se presente el estudio de factibilidad del proyecto y hasta tanto se extienda la explotación de la mina, quedando exentas las propiedades mineras no metalíferas, las metalíferas que aún no hayan factibilizado el proyecto y las empresas estatales o mixtas con mayoría estatal.

Mientras tanto, la minería en la provincia muestra algunos signos de retracción, con proyectos que habían completado la etapa de análisis y estaban listos para comenzar a construir plantas, pero están esperando.

Al momento, el más afectado fue el rubro exploraciones.
Por caso, según publicó La Opinión Austral, la minera Cerro Vanguardia disminuyó la inversión en exploración para este año en más de un 30%; Minera Santa Cruz, en alrededor de u$s 12 millones; Minera Triton bajó de $ 11 millones a $ 1 millón su inversión en perforaciones para este año; Patagonia Gold disminuyó sus perforaciones a la mitad; Goldcorp Cerro Negro bajó alrededor de $ 12 millones de pesos la inversión en el rubro para la próxima campaña; Mariana destinó solamente un tercio de lo originalmente previsto, y Samco Gold decidió que de los 40.000 metros que planeaba perforar en este año, sólo sondeará 2.000 metros.

El medio indicó que, durante las últimas semanas, representantes de las empresas mineras que operan en Santa Cruz y de la cámara que las agrupa, mantuvieron reuniones con los legisladores de los distintos sectores de la Legislatura, para mostrar los números y la realidad de la minería en la actualidad, y explicar cómo estiman que esta decisión legislativa impactaría en la ecuación económica de cada empresa, a la vez que describieron suscintamente el panorama que enfrenta cada una de ellas.

La baja de la inversión en exploración es un indicador del pulso de la actividad de las empresas que, por otro lado, encuentran además un contexto internacional que las obliga a ser más cautas en sus análisis de éxito de cada emprendimiento.

La actividad exploratoria, en paralelo, moviliza a muchas pymes en las regiones donde se desarrolla la actividad, lo que hace que crezca el porcentaje de la inversión que queda en las localidades.

Paralelamente, sin exploración tampoco habrá nuevos proyectos mineros que puedan reemplazar a los que entren en su fase de cierre, lo que presiona sobre los puestos de trabajo dentro del sector que incorporó, en los últimos años, una importante masa salarial, de la mano del ‘boom’ minero.