El papa Francisco I usará en El Vaticano un cáliz hecho en Argentina por el orfebre Juan Carlos Pallarols a partir de un lingote de plata de 1,320 kilogramos extraído de la mina santacruceña Manantial Espejo, operada por Minera Triton (Pan American Silver) y que, según dicta la tradición, primero debe ser bendecido en Roma. Veremos qué recepción o rechazo le brinda Francisco I a la iniciativa y sabremos el lugar que le asigna a la extracción megaminera que condenó hace siete años. 

 

Fuentes: Luis Claps y Mining Press

Pallarols tiene diseñado el primer boceto del cáliz que presentará al Sumo Pontífice este domingo en la capital italiana, junto a una cruz y un bolígrafo, también de plata, regalo de dos amigos de Jorge Bergoglio, ahora Francisco I.

Recordemos: Pan American Silver auspició la confección y donó la plata para el Bastón de Mando Presidencial de Crstina Fernandez

¿Un destino de gloria?

Ahí van de nuevo Juan Carlos Pallarols y Pan American Silver a estetizar la minería. Veremos qué recepción o rechazo le brinda Francisco I a la iniciativa y sabremos el lugar que le asigna a la extracción megaminera que condenó hace siete años.

El beneficiario de los muchachos Pallarols-Pan American Silver, el sobrio y austero papa argentino, siendo cardenal condenó el avance de los megaemprendimientos mineros como el que Pan American Silver propone en la meseta central de Chubut (proyecto de plata y plomo “Navidad”).

Esa línea pastoral la inició el obispo Fernando Maletti en Río Negro y la continuó la Conferencia Episcopal Argentina con el documento “Una Tierra para todos” (2006) que lleva la firma de Jorge Bergoglio siendo cardenal argentino.

La misma línea siguió el obispo Virginio Bressanelli en Chubut. Y también la siguen los compañeros de Pastoral Social y Pastoral Aborígen en toda la Patagonia.

¿Qué dice “Una Tierra para todos”?

“Los emprendimientos mineros, además de ser poco amigables con el trabajador —tal como ha señalado Pastoral Social Bariloche—, afectan gravemente la supervivencia de comunidades indígenas, al tiempo que buscan su apoyo mediante dádivas. Estas explotaciones contribuyen al deterioro del medio ambiente. Entre los problemas ambientales más importantes cabe destacar el uso excesivo de agua, los daños paisajísticos, la generación de polvos en suspensión y el drenaje de ácidos. Encontramos una vez más la ausencia de un Estado convocación política y de una legislación eficaz capaz de poner límites a las grandes corporaciones.”

“Además, tal como señala un material elaborado recientemente por la Pastoral Social de la Diócesis de Bariloche referente a los problemas que presenta la actividad minera, estos emprendimientos afectan gravemente el desarrollo y supervivencia de las comunidades ya que, muchas veces, buscan el apoyo de las mismas a las explotaciones mineras mediante la aparente solución a sus necesidades de trabajo y el otorgamiento de dádivas y regalos. Por otra parte, en la inmensa mayoría de los casos, tampoco se cumple aquí lo establecido en la legislación en cuanto a que es necesario, antes de emprender o autorizar cualquier tarea de prospección o explotación de los recursos del subsuelo existentes en tierras indígenas, consultarlos a fin de determinar si sus intereses serán perjudicados y en qué medida. Esta realidad se constata en la línea sur de la provincia de Río Negro y en la llamada línea norte de la provincia de Chubut.”