En la provincia de San Juan, cuyo gobierno se vanagloria alrededor del espejismo de la minería a gran escala como generadora de progreso, más de 50.000 personas habitan ranchos y casillas. La precariedad habitacional de miles de sanjuaninos que­dó fehacientemente de­mos­trada a raíz de las lluvias de las últimas semanas. Los datos numéricos indican que no podía ser para menos.

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Fuente: Diario Huarpe

Según datos del Censo realizado en 2010, San Juan contaba con 12.294 viviendas de estas características, que por su precariedad y materiales de construcción no reunían condiciones dignas de habitabilidad.

En aquel momento se trataba de 57.194 sanjuaninos habitando ranchos y casillas bajo el riesgo de verse inmensamente perjudicados por tormentas intensas.

Entre 2011 y 2013, se entregaron alrededor de 2.500 viviendas destinadas a habitantes de villas miseria, por lo que se estima que unas 13.000 personas pudieron acceder a un techo digno. Pero, al mismo tiempo, se establecieron nuevos asentamientos y la cifra de sanjuaninos expuestos a inclemencias climáticas, enfermedades y numerosos perjuicios por las indignas condiciones de habitabilidad de sus hogares volvió a crecer.

Rawson, Pocito, Caucete y Chimbas son los departamen­­tos con mayor cantidad de población en ranchos. An­ga­co, Iglesia, San Martín y Valle Fér­til, tienen menos, pe­­ro son también departamentos con me­nor cantidad de población que los mencionados anteriormente.

Los planes del Gobierno son construir 1.000 viviendas destinadas a erradicar 10 villas y co­menzar este año a entregar las primeras.Dicha tarea que implicaría la asignación de Na­ción de 180 millones de pesos.

Las próximas a entregar son las destinadas a alrededor de 400 titulares de los asentamientos San José y San Expedito, pero, queda mucho por hacer para paliar la situación de 50.000 personas.

La más complicada de Cuyo

Los evacuados por tormentas en Mendoza fueron sólo 100. En la vecina provincia hay 9000 ranchos, es decir uno cada 62 viviendas. En San Luis, por su parte, las construcciones precarias no superan las 2.000 y hay un rancho cada 74 viviendas. San Juan tiene los peores números de Cuyo: hay 10.000 ranchos, es decir, uno cada 19 viviendas.

De la vida miseria

La familia Romero habita hace 10 años un asentamiento. “Vi­vir en un rancho es estar con miedo todo el tiempo. Cuan­do no es el calor que sentís que te derrite el adobe o las cañas, es el frío que te atraviesa. Las enfermedades son más jodidas y los bichos se guardan en cualquier lugar y ni hablar del susto que nos llevamos cuando tiembla”, comentó en su testimonio E­ladio Romero.

En su familia hay 5 chicos de entre 2 y 11 años y se instaló en el asentamiento ante la falta de ingresos económicos suficientes para alquilar algo digno. Los Ro­me­ro viven de las “changas” del padre de familia y de la asistencia del Estado nacional en lo que respecta a asignaciones y desocupación. Pero, aseguran que con esto no alcanza.

“A­nhelamos que en algún mo­mento el Gobierno se acuerde de nosotros para darnos un techo digno, una casa con luz, de material seguro, donde los niños puedan estar tranquilos”, dijo Romero mientras permanece evacuado en una escuela del departamento.

La situación de los Romero se repite para miles las familias sanjuaninas que perdieron todo por la lluvia y que buscan apoyo para seguir subsistiendo.

“Hay una gran precariedad habitacional”