Tratando de entender lo que está sucediendo en Rio Negro, empiezo a atar cabos. Es evidente que desde algún lugar del mundo se le bajó el pulgar a la provincia de Rio Negro, no sabemos si esto tiene que ver con la reunión de Cristina con Obama hace unos meses, o de aquella otra reunión de nuestra presidente con el director general de la Barrick Gold en Canadá en el 2010.

Lo cierto es que desde muy arriba llega la orden de que Rio Negro y su pueblo deben ser sacrificados en nombre de la especulación financiera, hay crisis en el norte y los bancos necesitan lingotes de oro para alimentar sus burbujas.

 

Para el sacrificio de Rio Negro se ha elegido a un hombre fuerte, que sin pestañar sea capaz de imponer a todo un pueblo y su descendencia tamaño sacrificio, a este hombre fuerte le ocurre una desgracia y la presidente tiene que llamar 10 veces al vice que queda a cargo para ver si es capaz de continuar tan importante misión. El hombre de apellido difícil tiene que viajar a Buenos Aires, para que le repitan las espeluznantes instrucciones que ya había recibido el difunto (que en paz descanse).

De que manera va a ser sacrificada nuestra provincia? Miles de toneladas de explosivos pulverizaran nuestras montañas y miles de toneladas de químicos, entre ellos el venenoso cianuro, contaminaran las aguas de nuestros ríos para siempre. Miles de hectáreas de territorio no volverán a producir alimentos durante los próximos 1000 años por lo menos. Menuda herencia le dejaremos a nuestros hijos.  Increíblemente de un día para otro volvimos 500 años para atrás, cuando los colonizadores españoles desembarcaban en Centroamérica incendiando poblados y cortando cabezas para llevarse el oro  a la torre de Sevilla.

Éramos una provincia que vendía naturaleza en su estado más puro y ahora resulta que nos vamos a dedicar a importar  cianuro y a volar nuestra geografía por lo aires.

Y nuestra presidenta, que ojala se recupere pronto de su operación,  dijo en un discurso hace unos meses que ella no es la presidenta de las corporaciones, y ahora resulta que las corporaciones mineras gozan de todos los privilegios  y el pueblo Rionegrino debe ser sacrificado en su nombre.

Yo siempre pensé que los argentinos corríamos con la enorme ventaja de haber visto como los países desarrollados destruyeron sus ecosistemas en nombre del consumismo y que nunca íbamos a ser tan estúpidos para  repetir los errores que ellos cometieron, y sin embargo estamos haciendo algo mucho peor que lo que hicieron ellos, vamos a aniquilar una parte enorme de nuestro territorio para  que otros consuman suntuosidades.

Personalmente pienso poner toda mi energía en la lucha contra esta calamidad que se cierne sobre nosotros. Quiero que mis hijos y nietos tengan un ambiente sano donde vivir .

Nahuel Dominguez