Mineros chinos en minera Sierra GrandeHay sólo la tercera parte del plantel de años atrás. “Había mucha expectativa con la reapertura de la mina, pero ellos compran todo afuera, en otras ciudades” dijo una comerciente. Cuatro años antes de la venta de Bridas, un grupo asiático compró la ex Hipasam; aún no logra consolidarse.

Fuente: diario La Nación

Sierra Grande – 21/03/2010. Un profundo túnel entre rocas conduce al subsuelo más rico en hierro del país, en la localidad de Sierra Grande, en la costa atlántica de Río Negro, donde aún se mantiene una reserva de 214 millones de toneladas de minerales con una vida útil por más de 150 años. La mina está en manos de una corporación estatal de China, la primera inversión de ese país que llegó a la Argentina cuatro años atrás tras el anuncio de una millonaria inversión de China que nunca se concretó.

Metalurgical Group Corporation (MCC) se hizo cargo, en noviembre de 2006, del 70% de las acciones de la minera que pocos meses antes había adquirido otra empresa china al gobierno de Río Negro, que mantuvo la mina conocida como Hipasam desde 1991 cuando el gobierno nacional decidió cerrarla.

Se convirtió en la primera gran inversión china luego del anuncio durante el gobierno de Néstor Kirchner de inversiones por US$ 20.000 millones que ese país realizaría en Argentina. Recién ahora se sumó la compra que hará otra empresa estatal china que anunció que se hará de la mitad de las acciones de Bridas Corporation, la exportadora de crudo más importante del país, a cambio de 3100 millones de dólares.

Desde que MCC tomó la mina de Sierra Grande se produjeron 180.000 toneladas de hierro concentrado que aún permanece almacenado al aire libre en distintos sectores de sus instalaciones y que serán exportados a China en tres meses.

La inversión china llega a US$ 70 millones, y se usó para compra de maquinarias y equipos que reemplazaron parte de la vieja estructura desarrollada en la década del 70, cuando la minera comenzó a producir. En 1986 logró un pico de 646.306 toneladas de hierro concentrado.

“Cuando se resuelvan los inconvenientes con los que nos encontramos se completará el circuito de producción. Se prevé producir 2.800.000 toneladas de minerales y procesar 1.220.000 toneladas de hierro concentrado en un plazo de dos a tres años”, dijo a LA NACION Han Yongzhi, gerente general de MCC.

Yongzhi relató que al tomar la mina se encontraron con “dificultades que impiden hasta el momento realizar el circuito de producción normal”, entre las que enumeró falencias en el suministro de agua (se requieren 35 litros de agua por segundo para procesar un millón de toneladas de minerales), incumplimiento de contratos de empresas a las que se tercerizaron reparaciones y huelgas de los trabajadores.

Mineral en mina Sierra GrandeLa magnitud de la riqueza debajo del suelo de la minera y la inversión en la superficie es incalculable. Hoy existen 96 kilómetros de túneles y tres yacimientos de los cuáles sólo uno está siendo explotado, cuentan con plantas de procesamiento de concentrado y un ferroducto de 32 kilómetros que lleva el mineral concentrado a Punta Colorada, un puerto sobre el océano Atlántico, también de su propiedad.
Difícil convivencia

Muchos critican que el personal actual es insuficiente para poner en funcionamiento la planta: hay sólo la tercera parte del plantel de años atrás. La empresa china contrató 340 empleados de los cuáles 80 son chinos, pero la paralización de producción en varias oportunidades hizo que se produzcan suspensiones de personal. Por supuestas dificultades financieras, este mes recibieron el aporte nacional del programa Repro de 300 pesos por trabajador.

El desembarco de MCC en Sierra Grande fue traumático. Tanto empleados como vecinos resisten a las nuevas autoridades de la mina y ellos lo saben: “La diferencia cultural molesta. Hacemos algunas reconsideraciones porque tenemos algunas costumbres muy malas para la vista de los argentinos, pero estamos cambiando, es favorable el aprendizaje mutuo”, reconoció el gerente general.

Raúl Poltronetti, titular local de la Asociación Obrera Minera de Argentina, encabezó duras disputas con el personal jerárquico chino que lo llevaron hasta el agravio y expresiones que generaron una denuncia ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) impulsada por los directivos de MCC.

“Nos genera desconfianza que esta gente hace lo que quiere y nadie los frena -cuestionó Poltronetti-. No respetan nuestras leyes.”

La población observa con recelo la llegada de los chinos a la ciudad. “Había mucha expectativa con la reapertura de la mina, pero a los comercios locales no les generó una mejora sustancial porque ellos compran todo afuera, en otras ciudades”, se quejó Hugo, un comerciante de la zona céntrica. También Susana, propietaria de un pequeño almacén de barrio, opinó que no hay vínculo con los chinos. “Ellos se hicieron un barrio cerrado, con seguridad y hasta un gimnasio tienen ahí y ni siquiera andan por el pueblo.”

No se puede lograr aún una convivencia amena entre ambas culturas: pocos chinos de los que residen en Sierra Grande comprenden el castellano y el idioma es uno de los principales obstáculos, además de que el sistema de la empresa -que tiene sede en Shanghai- establece una rotación del personal no jerárquico chino cada un período de seis meses.

Los chinos lo asumen: sus productos son exitosos en el mundo pero sus empresas, no tanto. Ahora tendrán un pie en el mercado petrolero argentino. Y la posibilidad de demostrar que sus compañías también pueden brillar.