Río Colorado, Río Negro, Argentina – 18/04/08. Una manifiesta preocupación surgió en esta comunidad al conocerse el proyecto Potasio Río Colorado, que pretende llevar adelante la empresa Río Tinto en el sur de Mendoza. La secretaría de Medio Ambiente de la municipalidad elaboró un petitorio con casi 400 firmas reunidas en sólo dos días, que fue enviado ayer al gobernador Miguel Saiz para que intervenga ante los organismos correspondientes. Una copia similar se elevó al Comité Interjurisdiccional del Río Colorado. El proyecto afectará la cuenca de este río que transita por cinco provincias desde la Cordillera de los Andes hasta el Atlántico. El destino de las sales de potasio es su exportación a Brasil como fertilizante de plantaciones de soja.
Fuente: diario Río Negro
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Una manifiesta preocupación surgió en esta comunidad al conocerse el proyecto Potasio Río Colorado, que pretende llevar adelante la empresa Río Tinto en el sur de Mendoza.

Desde la secretaría de Medio Ambiente de la municipalidad, que encabeza Gisele Etulain, se elaboró un petitorio -con casi 400 firmas reunidas en sólo dos días- que fue enviado ayer al gobernador de la provincia Miguel Saiz para que intervenga ante los organismos correspondientes. Una copia similar se elevó al Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco).

Allí se menciona la preocupación que siente la comunidad ante el emprendimiento y su consecuente repercusión, no sólo en el agua del Colorado sino también en el ambiente en general.

La eventual contaminación que se menciona podría concretarse a consecuencia de un mal manejo del depósito en superficie de sales que quedan como residuos del proceso de extracción, lo que podría afectar la calidad del agua para consumo humano, riego y producción de las generaciones futuras.

La estimaciones de los técnicos hablan de una superficie de doscientas hectáreas por cincuenta metros de alto de sales que quedarán como residuos durante la vida útil de la extracción.

Se resalta también que este emprendimiento demandará cerca de un millón de metros cúbicos por día de gas, comprometiendo las reservas energéticas del país en un momento de escasez.

Además hacen referencia a la emisión de gases de efecto invernadero debido a la producción de alrededor de 350 kilos de dióxido de carbono por tonelada de cloruro de potasio elaborada.

Más adelante se hace hincapié en la pérdida de un recurso no renovable, ya que el destino del potasio producido es la exportación para ser utilizado como fertilizante. Advierten que hoy en día los suelos argentinos no tienen deficiencia de potasio, pero de continuar y expandir la producción agrícola en un futuro se podría necesitar la fertilización del mismo.

Finalmente señalan que estas son razones para pedir que los organismos provinciales y nacionales que intervienen evalúen con criterio la factibilidad del proyecto, preservando por sobre todo el recurso hídrico de la región y los recursos no renovables.