Loncopué, pueblo neuquino de siete mil habitantes, entró en la historia grande de las luchas socioambientales y también marcó un hito en la historia democrática del país. El 3 de junio de 2012, votación mediante, ocho de cada diez habitantes rechazó la megaminería en la región. (Darío Aranda)

“La venganza de Atahualpa.

El pueblo de Tambogrande (en Perú) dormía en lecho de oro.
Había oro bajo las casas, y nadie lo sabía.
La noticia llegó junto con la orden de desalojos. El gobierno peruano había vendido el pueblo a la empresa Manhattan Minerals Corporation.

Ahora serán todos millonarios, les dijeron. Pero nadie obedeció. En el día de hoy del año 2002, se conoció el resultado del plebiscito: los habitantes de Tambogrande decidieron seguir viviendo de las paltas, los mangos, las limas y demás frutos de la tierra trabajosamente conquistada al desierto.

Bien saben ellos que el oro maldice los lugares donde aparece: deja cerros volados por la dinamita y los ríos envenenados por los residuos de las empresas mineras, que contienen más cianuro que agua bendita.

Y quizá también saben que el oro enloquece a la gente, porque el hambre de oro crece comiendo.

En 1533, el conquistador español Francisco Pizarro mandó estrangular a Atahualpa, rey del Perú, aunque ya Atahualpa había entregado todo el oro que exigía”

(Eduardo Galeano)