Maniobra de prensa del gobierno riojano. En los últimos días, circuló en los medios un email de una supuesta agencia de noticias riojanas, donde presentaban una “supuesta” carta de famatinenses que visitaron la mina Bajo La Lumbrera. Una de las firmantes Cándida del Rosario Castro, más conocida como “Charo” desmintió las opiniones dadas a conocer y hasta cuestionó el manejo ambiental de la mina catamarqueña.

Fuente: radio Fénix
La Rioja, Argentina – 12/08/09. “Nosotros fuímos sanamente, sin maldad ni nada, porque era gratis” dijo Doña Charo consultada sobre su viaje al socavón de la mina Bajo La Lumbrera en Catamarca.

El viaje organizado por la Secxretaría de Minería y el Gobierno provincial pretendía mostrar las bondades de la minería a los pobladores de Famatina. Junto a ello elaboró una campaña de difusión masiva Pro Minería, en lo que puede considerarse constituíra el último round en el proyecto de Beder Herrera para lograr que la megaminera canadiense Barrick Gold asiente su reales o sus garras sobre el cerro Famatina.

Atrás quedaron los discursos antimineros del propio Beder Herrera, las promesas de Consulta Popular para decidir sobre el tema, la necesidad “innegociable” de aumentar las regalías mineras, y la creación de “férreos” organismos de control ambiental.

En este marco, y durante los últimos días un email circuló por las redacciones periodísticas. Sus autores supuestamente eran ciudadanos pro mineros del Famatina, que atacaban la lucha ambientalista de las Asambleas Ciudadanas por la Vida.

Para validar el origen de la Carta Abierta, figuraba el nombre y documento de una serie de ciudadanos entre ellos estaba Cándida del Rosario Castro, más conocida como “doña Charo”.

Sin embargo, esta mujer mayor de edad dijo no saber nada de tal publicación. Incluso, señaló que “el recorrido por la mina duro media hora y no pudímos ver todo”.

Hasta precisó que vió un cartel que decía “que no se podía tomar agua. Y le pregunté a un ingeniero, por qué decía eso y me dijo que era por las máquinas de purificar que no se habían podido arreglar, y cuando le pregunto sobre el agua que yo veía circular bajo las rejillas, me dice que esa agua iba a parar al Tucumán”.