Buenos Aires, Argentina – 09/03/09. El premio Nobel de la Paz, Adolfo Perez Esquivel, mediante una nota al gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, expresa en forma contundente su “preocupación por violaciones a los derechos humanos que se vienen repitiendo en la provincia”. Sostiene la nota que en forma no violenta “desde hace tres años que las asambleas ciudadanas vienen resistiendo la gran minería y su tremendo impacto ambiental y social”. Señala que hace unas semanas en Chilecito, mientras los vecinos “lo único que querían era repartir frutas”, su gobierno ordenó la represión de los asambleístas, incluyendo mujeres y niños.”
Por Adolfo Perez Esquivel – SERPAJ

Adolfo Perez Esquivel (izq.) y Luis Beder Herrera (der.) Buenos Aires, 9 de marzo de 2009.-

Señor
Gobernador de la Provincia de La Rioja
Dr. Luis Beder Herrera
S / D

Reciba el fraterno saludo de Paz y Bien.

Me dirijo a usted a fin de expresarle mi profunda preocupación, acerca de violaciones a los derechos humanos que se vienen repitiendo en la provincia de la Rioja.

En su provincia, hace tres años que las asambleas ciudadanas vienen resistiendo la gran minería, ya que en muchos sitios este modelo extractivo ha tenido un tremendo impacto ambiental y social, provocando violaciones de los derechos humanos, como son la salud de las personas, del ambiente, y de los animales que habitan los lugares aledaños a estos mega-emprendimientos[1].

Desde el 8 de marzo de 2007, ciudadanos riojanos mantienen un corte pacífico a 2000 metros de altura, su “Barrera de la Vida”, símbolo de la vigilancia continúa del pueblo y de su voluntad de defender sus bienes comunes. Este corte sólo impide el paso de la multinacional Barrick Gold, la cual quiere implementar un proyecto de explotación minera en el Famatina. Este cerro, además de contribuir a la belleza del paisaje, es fuente de vida: sus nieves aportan el agua indispensable para los habitantes de la región, para sus animales, para sus cultivos.

Nos preocupa la criminalización creciente de la protesta social en La Rioja, mientras que la libertad de expresión es un derecho fundamental de todos los ciudadanos, amparado por la Constitución Nacional. Las Asambleas Ciudadanas Riojanas mantuvieron siempre una posición de no-violencia activa y de protesta pacífica. Un ejemplo claro de eso fue durante el desfile de aniversario del pueblo de Chilecito, hace unas semanas: mientras lo único que querían era repartir frutas, símbolos de la riqueza de la tierra y de los dones del agua del Famatina, su gobierno ordenó la represión de los asambleístas, incluyendo mujeres y niños.

Lo que más nos preocupa es que los acontecimientos de Chilecito no son una excepción: hubo otros actos de represión en contra de ciudadanos riojanos, como en Sanagasta en noviembre de 2008. Nosotros, desde el SERPAJ y personalmente, venimos escuchando cada vez más quejas de habitantes de La Rioja, que vienen sufriendo amenazas, apremios, despidos, represión, querellas y detenciones ilegales. Denuncian además la falta de respeto a la libertad de prensa. El pueblo tiene derecho a participar en las decisiones políticas, especialmente en cuanto al manejo de los recursos naturales.
Repudiamos todos esos métodos violentos, y le pedimos que instaure una relación de diálogo pacífico con las asambleas ciudadanas, invitándolas a participar en las decisiones políticas, y respetando la opinión de cada ciudadano y sus derechos humanos fundamentales.
Le reitero mi saludo de Paz y Bien.

Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz

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[1] Para más información, lo invitamos a consultar el siguiente informe del SERPAJ: Impacto de la Gran Minería sobre las Poblaciones Locales en Argentina, julio de 2008.